Niños que en su mayoría son de escasos recursos. Los regalos fueron donados por gente que piensa en ellos y que puede ponerse en los zapatos de las personas que en ese momento pasan la navidad en un hospital. Es por eso que en noche buena me disfrazo de Santa para llevarles un poco de esperanza y alegría, y sepan que no están solos, que hay personas que estan pendientes de sus necesidades; y que también les desean una feliz noche buena.
También les toco regalito a los niños que son de otras poblaciones fuera de Mérida, que duermen afuera del hospital, padeciendo el clima típico de esta temporada, debido a que tienen a un familiar internado.
En esta foto esta Carlitos, un niño de apenas 3 años que perdió la nariz en un accidente, este se encontraba acostado, llorando de dolor, pero en cuanto vió a Santa se olvido de todo esto y se levantó inmediatamente y con una sonrisa en su rostro recibió el regalo que Santa tenia para él, esto me hizo sentir que cuando hay algo en lo que crees te olvidas del dolor y te da la fuerza necesaria para salir adelante.
Ella es Gabriela, se encuentra en el área de terapia intensiva porque padece leucemia, al igual que Carlitos se puso muy contenta de ver a Santa y le toco una muñeca, la cual a partir de ese momento la acompaña todas las noches.
Esta fué una experiencia muy gratificante y emotiva, la cual me impulsa a continuar con esta labor que año con año me he propuesto realizar y cumplir los sueños de los niños con cáncer de bajos recursos.
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